“-En la vida hay poco espacio para los susurros- me decía-. Yo he
recibido tres o seis minutos de susurros. Frases muy cortas de hombres en
momentos muy puntuales: “Te amo… no te olvidaré… sigue… sigue… ” Los susurros
son tan potentes que deberían prohibirse en la cama. Allí todos mienten,
absolutamente todos. Nunca susurres en la cama . "


sábado, 14 de julio de 2012

Yes or not.

Por ser un tema que ronda mis pensamientos cada instante de cada día voy a empezar contándoos lo que me pasó por querer tenerlo todo sin esperar. 
Hace más o menos un año, creo, ha pasado demasiado deprisa, conocí a un chico. Al principio fue la típica historia de chico conoce a chica. Los intercambios de tonterías y de piques llevaron al intercambio de teléfonos móviles, y de ahí, rápidamente pasamos al intercambio de citas, de besos y de momentos. Los primeros meses fueron geniales,  aprendí que existen millones de caricias, que puedes ser feliz tumbada encima de una toalla y abrazando al que por entonces era la " razón de tu vida" o eso pensabas tú al menos. Te creías invencible, en la cima del mundo, a un lado, el chico perfecto, al otro el futuro . Y tu no querías que acabara, no podía acabar. Estábamos hechos el uno para el otro.
 Pero, amigos, qué fácil es inventarse una fantasía y qué difícil descubrir, que todo lo ha creado tu cabeza. Que, solo tal vez, no exista el hombre perfecto. Ni la relación perfecta. Comienzan los celos, las chicas que aparecen de repente y intentan quitarse eso por lo que has estado luchando. También aparecen otros chicos, todos a la vez, no te dan tiempo a reaccionar y te enseñan nuevas cosas y te dicen lo feliz que serías a su lado y no al lado del otro, y tu llegas a creerlo. Comienzan las dudas, las incertidumbres, los momentos de risa y los de llanto, las tardes llamándole y saltando su estúpido buzón de voz. Después llegan las peleas, sí, con sus primeras reconciliaciones pero llegas a una rutina que no habías soñado, que no estaba en tus planes. Y ahí, tu vida da un nuevo giro, y llegas a la hecatombe. Sufres y le haces sufrir. Y tomas una decisión, todo ha acabado. Cuando lo dejé, empecé a dejarme. ¿Por qué aún sabiendo que todo ha acabado, sigues necesitándole? La vida es así, una tontería. Comienzas a querer estar con alguien cuando no puedes estar con esa persona. Comienzas a echarlo de menos cuando sabes que el quizá ya te haya olvidado. Comienzas a quererle sobre todas las cosas cuando sabes que tu estúpido orgullo no te permitirá volver a estar al lado suyo. Ahí comienza la verdadera pesadilla. La lucha entre el sí o no. Lo dejas o vuelves a comenzar. Esperas a que sea él el que dé el primer paso o eres tú la pionera. O, no haces nada. Llega de nuevo el verano, nuevas metas, nuevos sueños. ¿Lo dejas vivir en el pasado, lo incluyes en tu presente, o lo dejas para el futuro?  .S.

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